La depresión es una enfermedad mental que no se debe confundir con la angustia emocional a corto plazo, los sentimientos de ansiedad o el ánimo bajo (a pesar de que estos pueden ser síntomas depresivos). Cualquiera puede sentirse deprimido por un breve período de tiempo o tener ataques de ansiedad de vez en cuando, pero eso no significa que esté sufriendo de depresión. La depresión es mucho más grave que eso, es un sentimiento persistente de tristeza, soledad, dolor, inutilidad y dolor emocional. Si no se trata en el momento adecuado puede incluso llevar al suicidio.
El abordaje cognitivo-conductual de la depresión se ha mostrado efectivo para su tratamiento. En este modelo los síntomas depresivos son confrontados desde varios frentes, tales como el incremento del nivel de actividades gratificantes del paciente o la instrucción para que el finalmente el paciente sea capaz de detectar y rebatir los sesgos cognitivos que juegan un papel determinante en su visión negativa de sí mismo, del mundo y del futuro.