El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por preocupación crónica y persistente. Esta preocupación es excesiva y difícil de controlar sobre diferentes ámbitos de la vida de la persona (familia, salud, economía…) y que va acompañada de una serie de síntomas físicos y psicológicos.
Los signos y síntomas más comunes de la ansiedad son los siguientes:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada (hiperventilación).
- Sudoración.
- Temblores.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Tener problemas para conciliar el sueño.
- Padecer problemas gastrointestinales.
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
El plan de tratamiento incluye generalmente:
- Psicoeducación sobre la ansiedad
- Detección pronta de los signos de ansiedad y manejo de la respuesta ansiosa.
- Relajación con el fin de reducir el nivel general de activación
- Exposición en la imaginación a los focos principales de preocupaciones.
- Reestructuración cognitiva en referencia a las consecuencias temidas (seguro que tengo una enfermedad, seguro que mi marido tiene un accidente, seguro que me despiden…).